Fuerteventura

Es un must en toda regla si viajas a las isla canarias. Fuerteventura es una de las Islas Canarias más salvajes y más bellas. Si buscas naturaleza, paisajes desérticos infinitos, playas de aguas esmeralda y arena blanca. Fuerteventura te va a encantar!

Día 1. El Cotillo, playas de aguas cristalinas y tranquilas
Donde se encuentran las playas algo más calmadas y sin tanto oleaje de Fuerteventura, seguro que la mayoría de las que ves en fotos se situan en está preciosa zona al norte de la isla.
Situada en el nort-Oeste de la isla, se encuentra la playa de la Concha. Playa algo más calmadas con aguas cristalina y sin tanto oleaje y también bastante turística.

Faro El Tostón
Pasando la zona de Playa de La Concha, por la carretera principal, se llega al Faro del Tostón, desde el que se tienen unas bonitas vistas de las calas que bordean la costa de El Cotillo.

 

A lo largo de la carretera encontraremos los charcos del Cotillo, pequeñas lagunas que forman piscina naturales con aguas cristalinas y arena blanca. Están protegidas del oleaje gracias a su forma natural por los arrecifes.  Se extiende a lo largo de la carretera desde faro el Totstón que coger la carretera de tierra.

 

Pueblo de El Cotillo

El cotillo no sólo son playas, también tienes que visitar el centro del pueblo. Este pequeño enclave pesquero de casas bajas, blancas y azules, de estilo marinero, esconde rincones maravillosos junto al Atlántico. También podrás disfrutar de paisajes naturales e infinitos. Una locura!!!

Corralejo, pueblo pesquero con encanto

El centro del pueblo es muy chulo, encontrarás: pequeñas casas de color blanco, restaurantes de todo tipo (comerás muy buen pescado), y terrazas súper chulas, que se unen a una pequeña playa, de aguas calmadas. El puerto desde el que salen los barcos para Isla de Lobos y para muchas actividades acuáticas también.

Día 2. Isla de Lobos
Isla de Lobos es una pequeña isla virgen de 4,5 kilómetros cuadrados situada a 2 km del norte de Fuerteventura. Es un Parque natural protegido y cuenta con más de 100 especies vegetales y varias especies de aves. El nombre se debe a sus antiguos habitantes: los lobos marinos o focas monje, que lamentablemente ya no se encuentran en el lugar.
Sus fondos marinos también son de gran riqueza, motivo por el que es también reserva submarina y un lugar idóneo para la práctica del snorkel.
En la zona norte se encuentra el Faro de Martiño, desde el que se ve la costa sur de Lanzarote y en el oeste se encuentra la montaña La Caldera, el punto más alto, con 127 metros, que es el volcán que dio lugar a este pequeño islote y que se puede subir a pie.
Las veces que hemos estado en Fuerteventura ha sido durante el invierno hemos visto varios turistas, pero no una aglomeración de gente.

Cómo llegar a Isla de Lobos y cómo obtener el permiso:
Hay diferentes opciones, desde el Puerto de Corralejo hasta Lobos. No es difícil localizar cualquiera de estas empresas en internet. Nosotros optamos por ir en Barco-Taxi (barca tipo zodiac), con menos plazas, y más divertido. En el mismo centro del pueblo hay oficinas donde comprar el ticket, y en el propio puerto hay varias casetas donde comprarlos. El ticket cuesta 10 euros (con el descuento de residente canario), y el precio general sin descuentos es de 15 euros.
El trayecto dura unos 15 minutos nos dejó en el Puertito de Lobos. Puede que si haya oleaje o viento te mojes un poco, pero muy guay navegar a toda velocidad en la zodiac, dando saltos sobre las olas.
A partir de enero de 2019 se ha limitado la afluencia de turistas a este espacio protegido. Sólo podrán acceder 400 personas al día, y es necesario solicitar permiso. Las solicitudes se tramitan en esta web y sólo se pueden pedir con 3 días de antelación. Cada persona sólo podrá solicitar permisos para un máximo de 3 personas por día y franja. Hay varios turnos: de 10 a 14 y de 14 a 18 horas.

El Islote de Lobos es un auténtico remanso de paz. Un archipiélago totalmente virgen, donde no hay ninguna carretera, sólo varios caminos de tierra, y ha conseguido resistir a la invasión turística y urbanística. Sólo hay dos o tres casas, que no tienen ni siquiera electricidad, y una pequeña cabaña informativa.
Las playas más conocida son la playa de La Concha y la del Puertito, a donde llegan los barcos. Aunque dando un pequeño paseo se encuentran otras playas de similar belleza, Las Lagunitas.

Otras opciones para llegar a Isla de Lobos:

•    Barco-taxi: una zodiac para pocas personas que cuesta unos 15€ ida y vuelta y tarda 10 minutos. Si la marea lo permite te dejan en el puertito pequeño, la zona más bonita.
 •    Barco grande de línea: Es un barco con más capacidad que tiene una frecuencia diaria de trayectos, cuesta 15€ igualmente. Te dejan en el puerto grande, desde el cual hay que caminar unos minutos hasta el Puertito.
 •    Barco con fondo de cristal: Muy turístico y no merece la pena según los locales, nunca se ve nada.

Día 3. Las dunas de Corralejo
El Parque Natural de las Dunas de Corralejo es un espacio natural protegido de una extensión y belleza abrumadoras. Ocupa más de 2.600 hectáreas y sus dunas son de origen orgánico. ¿Qué quiere decir esto? Que se han formado por la pulverización de conchas y organismos marinos. Impresionante, verdad?
Por todo el parque natural, alrededor de la carretera te puedes detener y disfrutar de este hermoso paisaje. Puedes aparcar a lo largo de la vía. Si quieres pasar el día en la playa, piérdete por el lado que da hacia el mar y busca soledad entre dunas para tumbarte al sol.

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Calderón Hondo

Situado en el norte de la isla de Fuerteventura, cerca del pueblo Lajares encontraremos Calderón Hondo . Tal y como sabemos es una isla volcánica. Éste uno de los enclaves más impresionantes,   donde se puede contemplar la caldera del volcán .

Puedes hacer la ruta caminando es bastante fácil, puedes subir y asomarte a su cráter. Con 278 metros de altitud y en el borde, se puede divisar una gran boca de 70 metros de profundidad así como unas vistas muy bonitas de Fuerteventura.

El camino está marcado con piedras nos indica la ruta a seguir.  Atravesando un malpaís, es decir, un campo de rocas volcánicas poco erosionadas.

Como el camino resulta bastante sencillo, te aconsejo, si el día lo acompaña subir por la tarde para poder contemplar el atardecer, un espectáculo totalmente gratuito y precioso

Camino Centro –

Sur Fuerteventura

Día 4. La Oliva, y sus molinos de viento
A tu paso por este municipio, al que también pertenece Corralejo, y que también recorrerás rumbo a El Cotillo, podrás hacerte una idea del encanto y belleza de los pueblos de interior de la isla. Nosotros hicimos varias paradas.
Un poco más al sur de El Cotillo encuentras el pequeño pueblo de La Oliva, donde destaca la iglesia de la Candelaria, de 1711, la de mayores dimensiones de la isla.
Ahí también verás la Casa de los Coroneles, un edificio señorial de principios del siglo XVII reflejo del sistema de gobierno militar de la isla en las primeras etapas de la colonización.
Betancuria La que fuera la primera capital de las islas Canarias,La Villa no solo fue capital de Fuerteventura sino la primera de las islas Canarias. Sus calles empedradas tienen tanta historia

Tindaya, la montaña sagrada de los aborígenes
Según los aborígenes consideraban a Tindaya una montaña sagrada y le atribuían propiedades mágicas. La palabra “tindaya” en aborigen significa “montaña grande”.
Puedes apartarte de la carretera principal para ver este Monumento Natural o bien puedes coger el sendero que te lleva hasta lo más alto de la montaña, que mide 400 metros desde el nivel del mar, y descubrir los casi 300 grabados en piedra que hay en forma de pies. Sin duda, todo un tesoro arqueológico. Eso sí, hay que solicitar un permiso, pues sólo se puede acceder con guía autorizado (Cabildo de Fuerteventura +34 928 862 300)

El Mirador de Guise o Ayose
Por la carretera encontramos a dos estatuas enormes de bronce de los Antiguos Reyes de Fuerteventura en bronce.
Mirador Las Peñitas
Recorriendo la sinuosa carretera de FV-30 entre Betancuria y Pájara podrás disfrutar de algunas de las vistas más bonitas de Fuerteventura. De hecho es difícil mantener la atención en la carretera debido a la belleza de las montañas en tu alrededor. Viniendo desde Betancuria, el primer mirador es el de las Peñitas donde verás el oasis que se formó gracias al río subterráneo en medio de montañas desérticas. En el mirador podrás ver unas ardillas muy divertidas donde se acercan a tí.

Día 5. Cofete
Salvaje, brava, que parece no tener fin, custodiada por gigantes montañas que te hacen sentir diminuta, y también desértica, sin una sola palmera ni un sólo árbol alrededor.
Aquí no hay nada, ni duchas, ni baños, ni chiringuitos…
Siente el sonido de sus olas y sus vientos, disfruta del calorcito de su arena blanca sobre tu cuerpo… abandónate por completo a la desconexión y siéntete parte minúscula de una naturaleza que impresiona, que engrandece el alma y enpequeñece los problemas, porque en Cofete se te olvidarán todas las preocupaciones.. al fin y al cabo, estarás perdida en una abrumánte inmensidad. ¡Abraza esta bendita libertad!

La playa tiene 12 kilómetros y uno de sus puntos más bellos y tranquilos es el islote, un curioso roque en el mar que rompe en dos el mar.
Y es que en Cofete hay que bañarse en el mar con mucha precaución, pues hay fuertes corrientes.
Llegar a Cofete, en la península de Jandía, no es tan difícil. Tienes que llegar hasta Morrojable y de allí seguir las indicaciones. Buena parte del camino es una carretera de tierra, que da paso a una carretera de montaña que te llevará hasta el punto más alto, donde está el espectacular mirador Degollada Agua Oveja, a 230 metros de altura, donde podrás sacar impresionantes fotos de la playa.
Desde el mirador el descenso se hace por una carretera estrecha de curvas hasta llegar a la playa.

De vuelta de Cofete aprovechamos para hacer una parada en Jandía y acercarnos a la playa de Costa Calma. Es una de las más conocidas de la isla, sobre todo porque se forma un enorme charco sobre la arena que forma una especie de islote en el que poner la toalla o por el que dar un paseo antes de lanzarte a las frías aguas del Atlántico.

El viento sopla incesante en esta zona de la isla, así que si quieres practicar windsurf es una de las mejores zonas para iniciarse en esa práctica, de hecho vimos a mucha gente haciéndolo. Pero te advierto: la playa suele estar llena de gente, sobre todo en temporada alta, y aunque no tendrás problema para encontrar hueco, pues la playa es kilométrica, no hallarás allí la soledad que hay en Cofete.

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